Limpiar zapatos ha pasado de ser un ritual, a una profesión, y, hoy en día, es una tarea automatizada por máquinas automáticas.

Llevar nuestros zapatos limpios y relucientes es sinónimo de responsabilidad, higiene y elegancia. Sin embargo, no es lo mismo limpiar unos zapatos de ante, que unas zapatillas de tela o unas botas de piel.

Y, por ello, hemos recogido trucos de los zapateros para conseguir que cualquier zapato, sea del material que sea, luzca siempre como nuevo.

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Limpiar zapatos de ante

Este es un material muy usado en la confección de calzado y que nunca pasa de moda. Sin embargo, su limpieza es algo más complicada que unos zapatos de piel tratada, por ejemplo.

Si queremos preservar nuestros zapatos de ante como recién estrenados, lo primero que debemos hacer es aplicarles un spray especial para protegerlos e impermeabilizarlos

Este spray a base de silicona, crea una película protectora en la gamuza de ante que aísla de la humedad y el agua.

Una vez que tenemos nuestros zapatos de ante protegidos, lo recomendable es limpiarlos de vez en cuando para que luzcan siempre en perfectas condiciones.

Para quitarles el polvo y la suciedad acumulada, debes frotarlos con un cepillo de cerdas metálicas especial para gamuza. Asegurándonos que el cepillo siempre va en la dirección de los pelos del tejido para no estropearlo.

Al enfrentarnos a manchas sencillas, podemos utilizar una goma de borrar y retirar los restos de la misma con el cepillo de gamuza.

Para eliminar las manchas más profundas, es importante dejar secar la mancha completamente con papel absorbente antes de proceder a limpiarla. Lo más adecuado es utilizar un paño húmedo impregnado en agua con vinagre blanco y frotar la mancha con moderación.

Limpiar zapatos de piel

Los zapatos de piel son sinónimo de calidad debido a su durabilidad, flexibilidad y comodidad. Así, para mantener sus condiciones intactas, la mejor manera de cuidarlos es aplicándoles betún del color específico de su piel.

Además, cada cierto tiempo se debe hidratar su cuero para evitar que se agrieten y se rompa la piel. Es recomendable realizar este tipo de mantenimiento al menos dos o tres veces al año.

Asimismo, después de cada uso es recomendable:

  1. Limpiar los restos de suciedad o barro con un paño húmedo o un cepillo de cerdas suaves.
  2. Aplicarles betún de su color específico o incoloro. Podemos utilizar un cepillo de dientes para las zonas más complicadas.
  3. Una vez seco el betún, retirarlo con un cepillo especial de abrillantado de zapatos de cerdas suaves.
  4. Y, para conseguir sacar brillo, podemos limpiarlos con un trapo suave seco y quedarán perfectos.

Limpiar zapatos de charol

El charol es un material elegante y delicado. Nuestros zapatos de charol lucirán perfectos y brillantes siempre que los cuidemos de los rayones y los limpiemos asiduamente.

Solo necesitamos un trapo suave y alguna crema o cera para hidratar.

Con el trapo humedecido en agua, elimina el polvo acumulado y déjalos secar.

Con un paño seco aplicamos la crema o cera especial para zapatos de charol. De no contar con ella, podemos utilizar un poco de aceite de oliva, o cualquier crema hidratante grasa que tengamos.

Una vez aplicada la crema o cera, utiliza un trapo de algodón para frotarlos y sacar brillo. Quedarán relucientes como recién comprados.

Limpiar zapatos de tela

Los zapatos o zapatillas de tela son más fáciles de mantener que cualquier otro tipo de calzado. Algunos de ellos incluso se pueden meter directamente a la lavadora. 

Pero, si tenemos dudas y queremos darles el mejor de los cuidados, basta con cepillarlos a conciencia para quitarles toda la suciedad superficial que puedan tener. Aplicarles agua tibia con jabón y limpiar toda la tela con el cepillo llevando cuidado de no empaparlos.

Un último truco para una solución rápida antimanchas, cuando vayamos con prisa, es recurrir al típico quitamanchas de la ropa y frotarle la suciedad con un cepillo de dientes.

Limpiar zapatos de serraje

Los zapatos de serraje están hechos con un tipo de piel externa y, por ello, más rugosa, que los zapatos de ante. Reciben un tratamiento que los hace más resistentes que los de ante, sin que sea motivo para no cuidarlos. 

Al igual que con el ante, se recomienda usar un spray especial para impermeabilizar el serraje cuando vayamos a estrenar los zapatos. La capa creada repelerá la humedad y evitará que se ensucien. 

Una goma de borrar eliminará manchas superficiales. Asimismo, existen cepillos para este tipo de tejido que ayudan a eliminar la suciedad y polvo que se haya podido acumular.

Para un mantenimiento continuado, cepíllalos a menudo con un cepillo suave. Si tienen barro, puedes eliminarlo con un cepillo de cerdas duras o metálicas.

En caso de que se mojen, no los seques junto a un radiador o similar, puesto que se deformarían y endurecerían. Lo ideal en este caso es rellenarlos de papel de periódico y dejar secar al aire. El papel absorberá la humedad y ayudará a que no se deformen. 

Para eliminar las manchas de grasa, aplica abundantes polvos de talco sobre ellas para que las absorban.

Limpiar zapatos de esparto

Este tipo de material, hecho de fibras naturales, está de moda en el calzado de hoy en día. 

Pero se debe tener cuidado de mantener este tipo de zapatos lo más alejados posible de cualquier líquido, ya que se deformarían. 

Por ello, para limpiar este tejido basta con espolvorear polvos de talco sobre el esparto dejándolo reposar un rato para que absorba las manchas.

Después, simplemente frota con un cepillo y un trapo para eliminar por completo la suciedad más resistente.

Si tus zapatos de esparto tienen partes de tela o lona, éstas se pueden limpiar con un cepillo y agua y jabón. Ten cuidado de cubrir con un paño de microfibras las partes de esparto para protegerlas del agua.

Retira los restos de jabón que puedan quedar con un paño de microfibras y déjalas secar al aire libre. Nunca a pleno sol.

Limpiar zapatos de nobuk

Así como la piel de serraje, la piel de nobuk proviene de la parte exterior de la piel y por ello es más áspera. En este caso, se alisa lijándola suavemente y por ello posee un pelo más corto y suave que le aporta esa característica aterciopelada. Comparada con el ante, el nobuk es una parte mucho más fuerte y duradera.

Para su limpieza, es necesario cepillar este tipo de calzado sin cordones y a contrapelo. Con un cepillo de cerdas suaves que elimine toda la suciedad superficial.

Continúa por pasarle un paño de microfibras (para evitar que deje pelusas), humedecido con agua. Puedes añadirle un poco de jabón o unas gotas de amoniaco y frotar su superficie en círculos. Se recomienda probar en una zona poco visible del zapato para comprobar su efecto y después proceder con el resto.

Retira el jabón con una esponja o paño humedecido solo con agua limpia.

Por último, déjalos secar a la sombra y alejados de fuentes de calor directas. Una vez secos, cepíllalos de nuevo.

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Productos para limpiar los zapatos

Agua oxigenada

Para aquellos zapatos que han perdido color, llena un barreño con agua y ponle agua oxigenada. Sumérgelos durante 30 minutos y deja que la mezcla actúe. Lávalos como de costumbre y sécalos al sol para un blanco renovado.

Bicarbonato sódico

El bicarbonato de sodio neutraliza el mal olor de los zapatos.

Espolvorea una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio dentro de los zapatos por la noche, esparciéndolo bien por toda la superficie, y retiralo por la mañana. El mal olor habrá desaparecido.

Pasta de dientes

La pasta de dientes es conocida por sus efectos blanqueantes y antimanchas.

Aplica un poco de dentífrico en un cepillo y frota las manchas de tu calzado para eliminarlas. Las pastas de dientes con fórmulas blanqueadoras ofrecen aún mejores resultados.

Amoniaco

Para las manchas más persistentes, podemos utilizar una mezcla de agua con unas gotas de amoniaco. Además, avivará el color de nuestros zapatos.

Si es una mancha difícil, podemos aplicar antes cualquier quitagrasas y dejarlo actuar durante unos minutos (siempre siguiendo las recomendaciones anteriores). 

Después procederemos con el agua con amoniaco.

Grasa de caballo

La grasa de caballo es perfecta para aquellos materiales de piel y cuero, ya que nutre y aporta flexibilidad y brillo. Esto evita que el material se cuartee y hace que los zapatos luzcan siempre como nuevos.

Alcohol

El alcohol es útil eliminando manchas de césped. También sirve para desodorizar y desinfectar nuestros zapatos.

Asegúrate de comprobar que, tanto el alcohol, como todos los productos mencionados no dañarán el color de tus zapatos. Prueba siempre antes en una pequeña zona no visible o interior.