¿Cuántos tipos de bolsos hay?, ¿y este nombre tan raro? ¿Cómo mencionas que se denomina esta clase de bolso?…

Es normal que, en algún momento u otro, todas nos hagamos esta clase de cuestiones. La moda tiene su propio vocabulario y, la mayoría de las veces son palabras anglosajonas que frecuentemente hacen que no sepamos ni qué bolsos tipo llevamos, ni siquiera, aunque sepamos su nombre.

Sin embargo, hay algo que tenemos sumamente claro; el bolso que llevamos es aquel que nos fascina, el que concuerda con nuestro estilo, el que define nuestra personalidad y, a veces, hasta nuestro estado de ánimo.

Y como puede ser útil saber su nombre en caso de que queramos encontrar otro del mismo estilo, aquí vamos con los diferentes tipos de bolsos que existen, hasta la fecha (la moda es caprichosa y nunca sabemos con qué nos pueden sorprender los diseñadores).

Tipos de bolsos según cómo se llevan

Comenzamos explicando la gama de bolsos que existen por la manera de llevarlos. Esto los divide en tres categorías, o cuatro, si incluimos las mochilas.

Bolsos de Mano (Hand Bags)

Su nombre lo dice todo. Es un bolso que se lleva en la mano.

Pueden tener asas cortas o sin asas directamente. Debido a su naturaleza, acostumbran a ser de pequeñas dimensiones. Pueden estar fabricados en una gran variedad de materiales e innumerables diseños.

Hoy en día, la mayoría de este tipo de bolsos llevan una correa accesoria para llevarlos colgados, pero su razón de ser es llevarlo en la mano.

Bolso al Hombro (Shoulder bag)

Este es el bolso más común y el más usado. Se lleva colgado en un solo hombro y los hay en una extensa variedad de tamaños y estilos aun cuando no acostumbran a ser muy grandes. Sobre todo, los diseños más rígidos, que llegarían a ser incomodos de llevar tanto peso y clavarnos sus puntiagudas esquinas por todos lados.

Bolso bandolera (Messenger bag)

Este tipo de bolso se lleva cruzado, con la correa de bandolera para bolsos sobre el pecho. Son bolsos bastante cómodos y su nombre, en inglés, proviene de los carteros. Las personas que se encargaban de recoger las cartas y llevarlas a su destino con un bolso cruzado al pecho que llevaba una tapa encima.

Y así, debido al carácter práctico de este tipo de bolso, ha pasado a ser un complemento de moda indispensable.

Mochila (Backpack)

Este tipo de bolsos grandes se llevan en la espalda. Normalmente, de uso diario, para ir excursiones o para ir al colegio cuando éramos pequeños, a pasado a ser un complemento de moda que se puede encontrar en diversos materiales, formas y tamaños. Aunque, eso sí, con correas para colgarla a la espalda, aun cuando nos la colguemos solo de un hombro, o nos la pongamos delante. Una cosa es la intención con la que se crea algo y otra la forma en la que la usamos.

Podríamos integrar una categoría más: los bolsos que van atados a la cintura, o sea, las riñoneras o mariconeras.

Y, aunque, últimamente, se han puesto de moda y existen modelos y diseños de todo tipo, con diseños muy chulos en cualquier estilo, en toda clase de materiales, añadirlas como otra categoría de bolso quizá sea demasiado.

Ya hemos integrado a las mochilas que no son exactamente un bolso y las riñoneras podrían ser más bien un primo hermano, sin embargo, merecen ser mencionadas.

Así, una vez que hemos establecido estas categorías más generales de los tipos de bolsos por la forma de llevarlos, vamos a por todos los clases de bolsos que se pueden encontrar según su forma.

tipos de bolsos para mujer

Tipos de bolsos según su forma

Aquel shopper es lo más.” “Uy, no. Yo prefiero mi bolso hobo,” “mi amiga lleva un clunch”, “¿cual era el que te gustaba? ¿el bowling? ¿el flap? ¿el frame?...

¿Te resulta familiar esta confusión? ¿No podíamos utilizar nombres en español para que fuera todo un poco más claro?

Bueno, que no cunda el pánico. Vamos a ir explicándolos todos, uno a uno.

Bolso hobo (bolso vagabundo)

Este bolso se caracteriza por su forma de trapecio con las esquinas redondeadas; tienen una forma creciente de arriba a abajo. Además, nos suelen ser bolsos rígidos; normalmente están fabricados con materiales flexibles, por ello son bolsos cómodos y adaptables a cualquier estilo.

Es normal que sean grandes y maxi bolsos. Como curiosidad su proviene nombre de una referencia a los vagabundos. Ese típico trozo de tela atado a un palo en el cual llevaban sus pocas pertenencias. Y es que, sí es cierto que la forma en la que tiene la correa unida al cuerpo del bolso, hace que su caída nos recuerde a este tipo de hatillos que solían llevar los vagabundos.

Bolso Bowling (bolso de bolos)

El nombre de esta clase de bolso se debe a las bolsas en las que se llevan las bolas de bolos. Bastante típico de los americanos. Son bolsos semi cuadrados con los lados redondeados y una base normalmente plana.

Se suele llevar colgado por sus asas en el antebrazo. Sin embargo, existen infinidad de modelos; con asas cortas, largas o para llevar de bandolera.

Acostumbran a ser de tamaño grande, porque, como su nombre indica sete tipo de bolso hace mención a las bolsas que se utilizan para guardar las bolas de los bolos y estas no son precisamente pequeñas, sin embargo, existen en versión mini.

Bolso doctor (bolso médico)

Antiguamente, cuando las personas se ponían enfermas, era típico que los doctores fueran a sus casas a visitarles. Y estos doctores portaban consigo un maletín que es el que da nombre a este tipo de bolso (seguro que lo has visto más de una vez en películas). Acostumbran a ser rígidos y de asas cortas.

Bolso Flap (bolso solapa)

Estos bolsos se caracterizan porque poseen una gran solapa que lo cubre por completo o, por lo menos, la mitad. Tienen formas más alargadas que el resto.

Bolso Frame (bolso marco)

Este es un tipo de bolso clásico. Y para saber cuál es, solo tienes que acordarte de cuando tu abuela sacaba el monedero para darte unas monedas, ya que la principal característica de este bolso es su cierre de boquilla, justo como el del monedero de nuestras abuelas. Acostumbran a ser modelos grandes, con asas, aunque los hay de todos los tamaños, materiales y formas, tanto rígidos como flexibles.

Bolso Tote (bolso de carga)

Esta clase de bolso es el bolso perfecto para hacer la compra. Son bolsos de gran capacidad. Acostumbran a ser gigantes, con forma de trapecio y con dos asas, lo suficientemente largas para poder mover los brazos con facilidad. Suelen estar fabricados con tejidos flexibles y es el tipo de bolso donde solemos llevar media casa y para eso está destinado.

Bolso Satchel (bolso cartera)

Este tipo de bolso es ese que se parece a las antiguas carteras infantiles. Esa típica cartera con la solapa de hebillas que se usaba antiguamente para ir al cole y que ahora se ha vuelto indispensable como complemento de moda. ¡Quién lo iba a decir! Además, hoy en día existe un auge de los modelos mini de este estilo, que nos dan un aire retro y sofisticado.

Bolso Crossbody (bolso bandolera)

Son bolsos de asas largas para llevar al hombro o cruzados tipo bandolera. Y, en realidad, no existe una gran diferencia entre este bolso y los de estilo bandolera. Es para que nos aprendamos un nombre más en ingles y presumir de vocabulario de moda, aunque si en un momento dado decimos que lo que llevamos es una bandolera todos nos entenderán.

Bolso Holdall (bolso portatodo)

Son bolsos de estilo sport, más informales. Sus asas son de tamaño mediano y normalmente son rígidas. Además, tienen una correa accesoria para poder colgárnoslo al hombro.

Bolso Envelope (bolso sobre)

Son bolsos de mano por los que su tamaño va de mediano a diminuto. Se caracterizan por tener una forma que es como sobre para cartas.

Bolso Shopper o Shopping Bag (bolso para la compra)

Este es el clásico bolso grande, con asas y con diversos bolsillos interiores. Son bolsos de gran capacidad, perfectos para ir de compras como su nombre indica o como bolsos de playa.

Bolso Briefcase (bolso portadocumentos)

Estos son bolsos hechos para albergar papeles y documentos. Suelen tener asas cortas y una correa para poder llevarlo cómodamente colgado. Con muchos bolsillos, tanto en el exterior, como en el interior, para tener todos los documentos bien organizados.

Bolso Minaudière (bolso joya)

Estos son los típicos bolsos de mano que se usan en aquellas ocasiones mas especiales, en conjunto con un vestido de gala.

Acostumbran a ser cajitas rígidas de pequeño tamaño, con acabados metálicos y piedras incrustadas. Debido a su tamaño están hechos para llevar lo justo. En este caso, el nombro proviene de una pequeña pieza de joyería y su nombre en francés.

Bolso Clutch (bolso agarre)

Es un bolso más bien alargado, sin correa ni asas, o sea un bolso de mano. Y se caracteriza por su cierre en forma de solapa. Diseñado originalmente para ocasiones especiales, es cada vez mas común verlo en looks de diario.

Bolso box (bolso caja)

Están a medio camino entre de bolso joya y los clutch. Tienen forma de caja y son bolsos de mano rígidos con una correa para llevarlos al hombro

Bolso Wrislet (bolso pulsera)

Este tipo de bolso es una variante del bolso clutch, pero en este caso un bolso de mano que se lleva colgado de la muñeca.

Backpack (mochila)

Las mochilas, a pesar de no ser un bolso per se, se están convirtiendo cada vez más en un complemento de moda, una seña de identidad.

Bolsos Mini

Bolsos de muy pequeñas dimensiones, en miniatura, aunque bastante llamativos y especiales y cada vez mas básicos en cualquier armario.

Belt Bags (riñoneras)

Este tipo de bolsos se llevan en la cintura y son un elemento que se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos.

Bolsos Baguette

Nombrados como las barras de pan, son bolsos pequeños, estrechos y alargados, para llevar al hombro con una correa.

Saddle Bag (bolsos alforja)

Bolsos con forma redondeada, de estilo ecuestre. Por lo que suelen ser de cuero marrón. Se llevan al hombro con una correa.

Bolso Pouch (bolso bolsa)

Se asemejan a un neceser y son bolsos de mano.

Bolso Quilted (bolso acolchado)

Son bolsos hechos de materiales con texturas acolchadas, con pespuntes destacados, siendo los mas conocidos con formas de rombos.

Bolso Sacket (bolso saco o bombonera)

En su versión más pequeña, se llaman bolsos limosnera. Son bolsos más anchos en la base que se van estrechando se frunciendo a medida que llega a la parte superior y se cierran con un cordón o cinta.

Bolso Beach (bolso de playa)

Esta clase de bolso suelen ser los capazos, que son parecidos a una cesta de mimbre y con forma de trapecio.

Limpiar zapatos ha pasado de ser un ritual, a una profesión, y, hoy en día, es una tarea automatizada por máquinas automáticas.

Llevar nuestros zapatos limpios y relucientes es sinónimo de responsabilidad, higiene y elegancia. Sin embargo, no es lo mismo limpiar unos zapatos de ante, que unas zapatillas de tela o unas botas de piel.

Y, por ello, hemos recogido trucos de los zapateros para conseguir que cualquier zapato, sea del material que sea, luzca siempre como nuevo.

zapatos-de-difernets-materiales

Limpiar zapatos de ante

Este es un material muy usado en la confección de calzado y que nunca pasa de moda. Sin embargo, su limpieza es algo más complicada que unos zapatos de piel tratada, por ejemplo.

Si queremos preservar nuestros zapatos de ante como recién estrenados, lo primero que debemos hacer es aplicarles un spray especial para protegerlos e impermeabilizarlos

Este spray a base de silicona, crea una película protectora en la gamuza de ante que aísla de la humedad y el agua.

Una vez que tenemos nuestros zapatos de ante protegidos, lo recomendable es limpiarlos de vez en cuando para que luzcan siempre en perfectas condiciones.

Para quitarles el polvo y la suciedad acumulada, debes frotarlos con un cepillo de cerdas metálicas especial para gamuza. Asegurándonos que el cepillo siempre va en la dirección de los pelos del tejido para no estropearlo.

Al enfrentarnos a manchas sencillas, podemos utilizar una goma de borrar y retirar los restos de la misma con el cepillo de gamuza.

Para eliminar las manchas más profundas, es importante dejar secar la mancha completamente con papel absorbente antes de proceder a limpiarla. Lo más adecuado es utilizar un paño húmedo impregnado en agua con vinagre blanco y frotar la mancha con moderación.

Limpiar zapatos de piel

Los zapatos de piel son sinónimo de calidad debido a su durabilidad, flexibilidad y comodidad. Así, para mantener sus condiciones intactas, la mejor manera de cuidarlos es aplicándoles betún del color específico de su piel.

Además, cada cierto tiempo se debe hidratar su cuero para evitar que se agrieten y se rompa la piel. Es recomendable realizar este tipo de mantenimiento al menos dos o tres veces al año.

Asimismo, después de cada uso es recomendable:

  1. Limpiar los restos de suciedad o barro con un paño húmedo o un cepillo de cerdas suaves.
  2. Aplicarles betún de su color específico o incoloro. Podemos utilizar un cepillo de dientes para las zonas más complicadas.
  3. Una vez seco el betún, retirarlo con un cepillo especial de abrillantado de zapatos de cerdas suaves.
  4. Y, para conseguir sacar brillo, podemos limpiarlos con un trapo suave seco y quedarán perfectos.

Limpiar zapatos de charol

El charol es un material elegante y delicado. Nuestros zapatos de charol lucirán perfectos y brillantes siempre que los cuidemos de los rayones y los limpiemos asiduamente.

Solo necesitamos un trapo suave y alguna crema o cera para hidratar.

Con el trapo humedecido en agua, elimina el polvo acumulado y déjalos secar.

Con un paño seco aplicamos la crema o cera especial para zapatos de charol. De no contar con ella, podemos utilizar un poco de aceite de oliva, o cualquier crema hidratante grasa que tengamos.

Una vez aplicada la crema o cera, utiliza un trapo de algodón para frotarlos y sacar brillo. Quedarán relucientes como recién comprados.

Limpiar zapatos de tela

Los zapatos o zapatillas de tela son más fáciles de mantener que cualquier otro tipo de calzado. Algunos de ellos incluso se pueden meter directamente a la lavadora. 

Pero, si tenemos dudas y queremos darles el mejor de los cuidados, basta con cepillarlos a conciencia para quitarles toda la suciedad superficial que puedan tener. Aplicarles agua tibia con jabón y limpiar toda la tela con el cepillo llevando cuidado de no empaparlos.

Un último truco para una solución rápida antimanchas, cuando vayamos con prisa, es recurrir al típico quitamanchas de la ropa y frotarle la suciedad con un cepillo de dientes.

Limpiar zapatos de serraje

Los zapatos de serraje están hechos con un tipo de piel externa y, por ello, más rugosa, que los zapatos de ante. Reciben un tratamiento que los hace más resistentes que los de ante, sin que sea motivo para no cuidarlos. 

Al igual que con el ante, se recomienda usar un spray especial para impermeabilizar el serraje cuando vayamos a estrenar los zapatos. La capa creada repelerá la humedad y evitará que se ensucien. 

Una goma de borrar eliminará manchas superficiales. Asimismo, existen cepillos para este tipo de tejido que ayudan a eliminar la suciedad y polvo que se haya podido acumular.

Para un mantenimiento continuado, cepíllalos a menudo con un cepillo suave. Si tienen barro, puedes eliminarlo con un cepillo de cerdas duras o metálicas.

En caso de que se mojen, no los seques junto a un radiador o similar, puesto que se deformarían y endurecerían. Lo ideal en este caso es rellenarlos de papel de periódico y dejar secar al aire. El papel absorberá la humedad y ayudará a que no se deformen. 

Para eliminar las manchas de grasa, aplica abundantes polvos de talco sobre ellas para que las absorban.

Limpiar zapatos de esparto

Este tipo de material, hecho de fibras naturales, está de moda en el calzado de hoy en día. 

Pero se debe tener cuidado de mantener este tipo de zapatos lo más alejados posible de cualquier líquido, ya que se deformarían. 

Por ello, para limpiar este tejido basta con espolvorear polvos de talco sobre el esparto dejándolo reposar un rato para que absorba las manchas.

Después, simplemente frota con un cepillo y un trapo para eliminar por completo la suciedad más resistente.

Si tus zapatos de esparto tienen partes de tela o lona, éstas se pueden limpiar con un cepillo y agua y jabón. Ten cuidado de cubrir con un paño de microfibras las partes de esparto para protegerlas del agua.

Retira los restos de jabón que puedan quedar con un paño de microfibras y déjalas secar al aire libre. Nunca a pleno sol.

Limpiar zapatos de nobuk

Así como la piel de serraje, la piel de nobuk proviene de la parte exterior de la piel y por ello es más áspera. En este caso, se alisa lijándola suavemente y por ello posee un pelo más corto y suave que le aporta esa característica aterciopelada. Comparada con el ante, el nobuk es una parte mucho más fuerte y duradera.

Para su limpieza, es necesario cepillar este tipo de calzado sin cordones y a contrapelo. Con un cepillo de cerdas suaves que elimine toda la suciedad superficial.

Continúa por pasarle un paño de microfibras (para evitar que deje pelusas), humedecido con agua. Puedes añadirle un poco de jabón o unas gotas de amoniaco y frotar su superficie en círculos. Se recomienda probar en una zona poco visible del zapato para comprobar su efecto y después proceder con el resto.

Retira el jabón con una esponja o paño humedecido solo con agua limpia.

Por último, déjalos secar a la sombra y alejados de fuentes de calor directas. Una vez secos, cepíllalos de nuevo.

productos-para-limpiar-zapatos

Productos para limpiar los zapatos

Agua oxigenada

Para aquellos zapatos que han perdido color, llena un barreño con agua y ponle agua oxigenada. Sumérgelos durante 30 minutos y deja que la mezcla actúe. Lávalos como de costumbre y sécalos al sol para un blanco renovado.

Bicarbonato sódico

El bicarbonato de sodio neutraliza el mal olor de los zapatos.

Espolvorea una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio dentro de los zapatos por la noche, esparciéndolo bien por toda la superficie, y retiralo por la mañana. El mal olor habrá desaparecido.

Pasta de dientes

La pasta de dientes es conocida por sus efectos blanqueantes y antimanchas.

Aplica un poco de dentífrico en un cepillo y frota las manchas de tu calzado para eliminarlas. Las pastas de dientes con fórmulas blanqueadoras ofrecen aún mejores resultados.

Amoniaco

Para las manchas más persistentes, podemos utilizar una mezcla de agua con unas gotas de amoniaco. Además, avivará el color de nuestros zapatos.

Si es una mancha difícil, podemos aplicar antes cualquier quitagrasas y dejarlo actuar durante unos minutos (siempre siguiendo las recomendaciones anteriores). 

Después procederemos con el agua con amoniaco.

Grasa de caballo

La grasa de caballo es perfecta para aquellos materiales de piel y cuero, ya que nutre y aporta flexibilidad y brillo. Esto evita que el material se cuartee y hace que los zapatos luzcan siempre como nuevos.

Alcohol

El alcohol es útil eliminando manchas de césped. También sirve para desodorizar y desinfectar nuestros zapatos.

Asegúrate de comprobar que, tanto el alcohol, como todos los productos mencionados no dañarán el color de tus zapatos. Prueba siempre antes en una pequeña zona no visible o interior.